El vestuario no solo cumple la función para el cual fue creado (vestir), sino que tiene un significado más profundo: forma parte de la personalidad de cada persona, está vinculado al estado de ánimo y a la imagen que tenemos de nosotros mismos. La ropa puede predisponernos a actuar de cierto modo y además condiciona el modo en que nos ven los demás. Por lo tanto, para vernos elegantes, tener estilo, sentirnos a gusto y proyectar una imagen apropiada, la ropa tiene que ir acorde al tipo de cuerpo, la ocasión, la personalidad y también la edad del que la usa. De nada aporta vestirse con prendas muy juveniles cuando se tiene 50 años, incluso el contraste puede ser muy perjudicial.
Para cada edad hay un estilo que encaja con cada mujer, incluso contemplando las infinitas variables de personalidad y cuerpo.
Antes de los 25 años
Cualquier estilo es aceptable antes de esta edad, sobre todo si contemplamos que además cada una está encontrando su lugar en el mundo y definiendo su propia personalidad. Probablemente hayamos pasado por varios estilos de vestir antes de salir de la universidad.