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Someterse a cirugías plásticas es una tendencia que va en aumento. Durante la última década, el número de personas que ingresan al quirófano por una intervención estética se triplicó y desde inicios de este siglo los tratamientos mínimamente invasivos aumentaron en un 200%, según indicó la Sociedad Americana de Cirujanos Plásticos.
Algunos ejemplos de estos procedimientos estéticos son los rellenos faciales, el prolabio (acortar el espacio entre la nariz y el labio), la lobuloplasía (reconstrucción de lóbulos), la vaginoplastía o rejuvenecimiento vaginal, y la bichectomía.
Este último procedimiento nombrado es especialmente popular por la rapidez y bajos riesgos que tiene. Rostros de la televisión chilena como la actriz Antonella Ríos y Camila Recabarren han contando abiertamente que se sometieron a este procedimiento. Sin embargo, ¿de qué se trata esta popular operación?
La bichectomía es una intervención quirrgica en la que un médico extrae las bolas de Bichat o Bolsas de Grasa Bucal (BGB) desde un paciente con el objetivo de “adelgazar” su rostro. Éstas se encuentran en la parte interior de las mejillas y su tamaño varía según la genética.
Así lo explicó el doctor Rolando González a BioBioChile, cirujano plástico acreditado, jefe del equipo de Cirugía Plástica, Reconstructiva y Quemados del Hospital Padre Alberto Hurtado y docente de la Facultad de Medicina de la Universidad del Desarrollo. Según el experto, este procedimiento es ambulatorio, no se extiende por más de una hora y, en general, no presenta problemas a largo plazo.
Respecto a la funcionalidad de las bolsas de Bichat, el médico aseguró que estas estructuras, que participan en la masticación, no tienen una función específica ni imprescindible para la vida adulta normal, por lo que no genera problemas que sean retiradas.
“Esta intervención no altera ninguno de los músculos que están alrededor, que funcionan para la masticación y succión”, aclaró. “Hay gente que piensa que tienen una función de soporte en la cara y que la cara ‘se va a caer’ en la vejez, pero no tiene ninguna relación”, dijo el cirujano plástico.
En esta línea, el médico cirujano Juan Pablo Cisternas, de la clínica de la Universidad de los Andes, detalló que “estos grupos grasos suelen tener comportamientos metabólicos diferentes del resto de la grasa del cuerpo, por lo que responden muy poco a cambios de peso, dieta o ejercicios, y el tamaño y forma de éstas, está dado principalmente por características genéticas”.
En relación al procedimiento, este se realiza por dentro de la cavidad oral y no es visible. Aún así, González recalcó que hay que tener algunos aspectos en cuenta antes de someterse a una bichectomía.
Gozález explicó que el resultado no se ve de manera inmediata. “Al principio la cara estará inflamada y con el tiempo esta hinchazón irá disminuyendo”, contó. También aclaró que este proceso no corrige la línea mandibular.
Al respecto, Cisternas detalló que existe un perfil de pacientes que puede beneficiarse estéticamente de la manipulación de esta grasa y otros no.
“Por todo lo anteriormente señalado, es muy importante realizar un adecuado análisis de la cara para saber bien cuál es el rol de las bolas de Bichat en cada cara antes de indicar una resección”, señaló y aseguró que ayuda idealmente a quienes tienen caras redondas u ovaladas y no se sienten conformes con ellas.
En el contexto de las recomendaciones, el doctor González advirtió que las personas con alteraciones a la coagulación o que tengan indicaciones médicas que le condicionen someterse a cirugías, deben evaluar la situación con especialistas.
“No es recomendable llevar esta cirugía con un médico general. Es importante hacerla con un cirujano plástico o cirujano maxilofacial, que están capacitados para trabajar en la boca”, recomendó y subrayó que es muy importante elegir bien a la persona que te va a evaluar y operar.
La última recomendación se extiende a cualquier intervención médica, especialmente de la índole estética considerando que se han vuelto una tendencia los últimos años.
“8 de cada 10 pacientes buscan opciones de tratamientos con recuperación breve, que logren resultados naturales y sin ese estigma de tener ‘cara de operada’. Motivo por el que los procedimientos estéticos que no suelen dejar evidencia quirúrgica o que toman menos tiempo en ser realizados se han vuelto los más solicitados”, detalló el experto.
Finalmente, González opinó que las tendencias de belleza en redes sociales han impulsado este aumento. “Actualmente, los pacientes están expuestos constantemente a íconos de perfección en las redes sociales. Esto es más evidente en las personas jóvenes, quienes inconscientemente van haciéndose más exigentes en su autoimagen.Esto nos propone un desafío a los cirujanos plásticos ya que tenemos que cumplir con estas solicitudes de la manera más efectiva, segura y menos invasiva posible”, concluyó.
En tanto, según datos entregados por el sitio chileno de Clínicas Estéticas, la bichectomía tiene un valor que varía entre los 450 mil pesos y el millón y medio, aproximadamente. Por ejemplo, en el mismo portal se muestra que en el sitio la Clínica Medystetic cuesta 1 millón 100 mil, en la clínica Estética Facial Dental vale 450 mil y en el centro médico y estético Armonia & Vitalidad cuesta 799 mil pesos.