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A inicios de abril comenzó a circular de forma oficial una alerta dirigida a todas las mujeres que tienen implantes mamarios, por la aparición de un cáncer que ha sido relacionado con el uso de silicona texturizada. Es así que en países europeos levantaron prohibiciones preventivas de este tipo de implantes, y también muchos cirujanos plásticos chilenos decidieron retirarlos del quirófano.
En efecto, médicos especialistas en el tema contaron a BioBioChileque en nuestro país se han reportado seis casos de personas que han desarrollado Linfoma Anaplásico de Células Grandes (ALCL), un tipo de cáncer que se relacionaría con la silicona que se usa para el aumento de mamas y que estaría afectando a más de 500 personas en el mundo.
Tal como define el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos, “el ALCL asociado a implantes mamarios es una enfermedad infrecuente, pero el número de casos ha aumentado en los últimos años”. Según detalló el médico cirujano Rolando González a BioBioChile, en todos los casos reportados los pacientes han recibido implantes de silicona texturizada, uno de los tipos que se utiliza en Chile y el mundo desde los años 90 y que hoy él y sus colegas prefirieron dejar de usar por completo tras la advertencia. Sin embargo, ¿qué es la silicona texturizada y por qué produciría cáncer?
Para entender qué es la silicona texturizada, es importante comprender que existen dos tipos de ésta: las con superficie lisa y las con superficie rugosa, siendo estas últimas las que están en investigación. Ambas están hechas de silicona y rellenas con un gel de esta sustancia, sólo se diferencian en la textura exterior de la bolsa de silicona que rodea el implante.
Según detalla a BioBioChile la doctora Susana Benítez, cirujana plástica y reconstructiva de la Clínica Las Condes, el implante texturizado solía usarse porque tiene varias ventajas respecto a liso.
“Estos producen menos contractura capsular y además tienen otras consideraciones estéticas como mejor adhesión a los tejidos, por lo tanto, menos riesgo de rotar y de malposiciones. Desde ese punto de vista, tienen más ventajas que otros tipos de implantes”, explica la experta.
Por su parte, el presidente de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, Claudio Thomas, detalló que este tipo de silicona “fue desarrollado con el objetivo de disminuir la contractura que a veces presenta la cápsula fibrosa que rodea al implante mamario”.
Aún así, según González, antes de la alerta y la “eliminación” de estos implantes, no se solía indicar al paciente si se le implantaba un tipo de silicona u otro, puesto que “no era tema”, y sólo se les entregaba un documento con todos los detalles de la silicona, como marca, tipo o verificación.
Sin embargo, las ventajas del implante texturizado se vieron amenazadas con una nueva investigación que las relaciona con el cáncer Linfoma Anaplásico de Células Grandes. En Francia, se implementó un retiro total de estos productos y marcas mundialmente populares, como Biocell, perdieron su permiso para comercialización en Europa (Certificación de la Comunidad Europea) para las prótesis de macrotextura.
A pesar del bajo número de afectados, la alerta encendida por los investigadores de inmediato alertó a la comunidad de cirujanos plásticos. Esto ya que “con el tiempo, comenzaron a aparecer algunos casos con una frecuencia mayor de los que existían”, según contó Thomas, sobre la investigación que sólo tiene 4 o 5 años.
Respecto a cómo se desarrolla un cáncer a partir de un implante, el doctor Rolando González contó que existen tres teorías al respecto.
La primera, es que exista una estrecha relación entre el desarrollo del cáncer y la textura, lo que aún está en estudio. La segunda, que los pacientes tengan una condición que favorezca la aparición de este cáncer producto de una respuesta exagerada por parte de los linfocitos (tipo de glóbulo blanco).
“Cuando los linfocitos detectan un implante o cuerpo extraño, lo envuelven como una cápsula. Se cree que estos linfocitos proliferan más para envolver esta cápsula en ciertas personas, que es lo que les estaría pasando a estos pacientes”, detalló.
En tercer lugar, González explicó que también se investigan factores de contaminación que podrían existir durante la colocación del implante. Aún así, destacó que -al menos en los casos chilenos- los 5 afectados no presentan doctores o clínicas en común.
De la misma forma, la cirujana plástica Susana Benítez aclaró que el cáncer ALCL es muy distinto al cáncer de mama, y que no existe ningún estudio que relacione el cáncer de mama y los implantes mamarios. “Lo que está en estudio es la supuesta relación que existe entre los implantes de cobertura texturizada y una variedad muy rara de un Linfoma de Células Anaplásticas”, explicó.
Por su parte, Claudio Thomas añadió que este último cáncer aún no se relaciona a una condición específica, aunque no tiene vínculo con la ruptura del implante. “El linfoma de la mama es una enfermedad rara en la que influyen factores de tipo étnicos, genéticos y una condición inflamatoria local, es una enfermedad muy poco frecuente y el implante puede estar completamente normal y está relacionado a este linfoma”, detalló el experto.
A pesar que los cirujanos plásticos optaron por abstenerse de los implantes texturizados, el estudio sólo ha determinado que en algunos casos puede provocar cáncer. Sin embargo, González explicó que se extendió un llamado a quienes tengan implantes a realizarse un chequeo médico para descartar complicaciones.
“Se recomienda a los pacientes con implantes que siempre se realicen controles de mamografía, ecografía y con sus médicos tratantes: por supuesto, cirujanos plásticos certificados (que efectivamente sean cirujanos plásticos) y no de otras áreas”, explicó. “Si es necesario el médico pedirá las muestras de imágenes o incluso de hacer una punción y tomar muestras”, dijo.
El especialista también recomienda los autoexámenes, en los que el paciente busca algún nódulo palpable o alteraciones. “Es normal la inflamación en las dos o tres semanas del postoperatorio, pero que emanen un líquido después de un mes o año no es habitual”, aclaró.
Respecto a quienes desean colocarse implantes, Claudio Thomas recomendó fijarse en el tipo de silicona, y no sólo si es texturizada o no, sino que esté autorizada por los sistemas de salud de la Comunidad Europea o la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) de Estados Unidos.
“Para que estos autoricen un implante requiere de muchos estudios clínicos previos, no solamente un certificado de fabricación. Son implantes que han sido revisados en numerosas oportunidades y testeados clínicamente”, explicó.
Y detalló que “como todo producto médico es un elemento seguro, pero todo implante corporal tiene riesgos y, en este caso, se ha visto la aparición de esta enfermedad muy poco frecuente”.
Por su parte, Benítez además destacó la importancia del médico y el centro en el que se realiza la intervención estética. “Es importante que el cirujano plástico que lo vaya a operar esté certificado. En segundo lugar, que detrás de ese cirujano exista el respaldo de un equipo médico (eso incluye un grupo de trabajo que cuente con anestesistas y cirujanos plásticos de apoyo, que respalden la cirugía)”, dijo.
Y añadió que “en tercer lugar, el paciente debe fijarse en el centro de salud o clínica donde se realizará la cirugía de implante mamario. Además de contar con la autorización del Ministerio de Salud, la clínica debe contar con las condiciones, infraestructura, equipamiento y protocolos necesarios ante cualquier eventualidad o emergencia del paciente”.
Thomas añadió que también es importante que el paciente le exprese todas sus dudas al médico, en especial el tipo de implante y la razón de su elección.
Respecto a las diferencias estéticas y económicas, para el paciente, entre un implante texturizado y uno liso, Rolando González aseguró que son marginales. En esta línea, también recalcó la importancia de “no dejarse seducir por las ofertas de aumentos mamarios porque existen algunos de dudosa calidad”.
Finalmente, la doctora Susana Benítez llamó a ser responsables e informarse sobre los implantes, pero también a mantener la calma respecto a este último descubrimiento.
“Los implantes mamarios son seguros y esta asociación indicada entre implantes texturizados y un tipo de linfoma, es algo muy inusual. Por eso es importante hacer un llamado de tranquilidad a la población respecto de los implantes mamarios”, concluyó.